¿Puede extrañar que la prisión se asemeje a las fábricas, a las escuelas, a los cuarteles, a los hospitales, todos los cuales se asemejan a las prisiones? Michel Foucault
Candela tiene seis años y lleva desde los tres intentando ir en fila. A mí es de las cosas que me ponen de mal humor en la escuela porque nunca consigo que la hagan bien, que vayan en línea y acaba siendo un desastre. He intentado alguna vez que se desplacen andando normal, sin fila, pero me han llamado la atención las directoras porque los niños tienen que ir en fila, así que les obligo a ir así aunque no nos guste ni a ellos ni a mí. Hay otras compañeras que se dejan la vida en ello. Gritan, regañan, castigan si los niños no van bien agarrados y se pueden tirar media hora para subir del patio hasta que la fila esté perfecta. No se dan cuenta que da igual, sea septiembre o junio seguirán con la misma pelea y la fila seguirá sin salirles bien. Candela hay días que no quiere ir al cole.
La fila es otra de las cosas que se siguen haciendo en las escuelas desde no se sabe cuando y en la que no nos paramos a pensar mucho. Donde fueres haz lo que vieres, dice el refrán. Y así andamos todos los maestros intentando hacer filas sin preguntarnos por qué y para qué las hacemos.
Los niños las odian, son siempre causa de peleas por quien va primero, quien se cuela… pero además es incómodo, si tienen que agarrarse a la ropa del de delante, se tropiezan… Imaginaros ir así en vuestro trabajo. No es una forma muy natural de moverse.
La fila puede ser útil en la vida para algunas cosas, pero tal cual la utilizamos en los coles es simple y llanamente porque es cómoda para los adultos, es señal de obediencia y orden, pero quizá no sea la mejor forma de moverse para un niño. Queremos que sean autónomos e independientes, pero no confiamos en ellos ni fomentamos con este tipo de normas que lo sean.
Hay ocasiones en que no nos quedará más remedio, pero se puede reflexionar para ver si muchas otras podemos no recurrir a ellas. Por ejemplo, la subida del patio suele ser el momento más caótico debido a que hay muchos grupos pero podemos hacer la fila en el patio y una vez contados todos ir a clase en grupo, andando normal, como nos desplazamos los adultos por los sitios. O igual simplemente basta con que un profe vaya al principio y otro al final para asegurarse de que todos van para las aulas. No sé, seguro que hay mil opciones mucho más respetuosas. Quizá serán algo más movidas y más ruidosas, pero que no se nos olvide, que estamos en una escuela no en un cuartel militar.
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