“Atreverse a establecer límites se trata de tener el valor de amarnos a nosotros mismos, incluso cuando corremos el riesgo de decepcionar a otros.” Brene de Brown
Carlos tiene 3 años y pega mucho. Cuando le quitan un juguete pega, cuando no le dejan montar en un columpio pega, y cuando alguien le pega responde pegando. Su madre vino a hablar conmigo, porque dice que a ella y a su hermano bebé también les pega. Todos le
regañamos cada vez que lo hace y le decimos que no se pega. Los niños que pegan mucho no nos gustan a nadie. El caso es que Carlos lo sigue haciendo así que le seguimos
castigandopor ello. Carlos no quiere ir al cole.
No nos gustan los niños que pegan porque creemos que tiene que ver con la violencia y la violencia está mal. Creemos que si no paramos eso, si no les enseñamos y les repetimos una y mil veces que no se pega, los niños van a ir solucionando los problemas a tortas por la vida. Pero cuando un niño pega normalmente no es violencia sino agresividad natural. Algo que es bueno y necesario. ¿Estoy diciendo con esto que hay que dejar que los niños se peguen? Obviamente que no. Voy a intentar explicarlo.
Si vas por la calle y alguien te quiere robar o violar, ¿lo correcto qué sería?. ¿Quedarte quieta?, ¿decirle educadamente que no te robe o te toque?. Evidentemente que no. Lo correcto es defenderse. Así que en esta situación sí se pega. Partiendo de esta premisa, y si entendemos que el niño cuando pega se está defendiendo, no está siendo violento porque sí, podremos comenzar a verlo de otra forma. Porque defenderse está bien. Porque nadie quiere que los niños se conviertan en adultos que no sepan poner límites y que se dejen pisar. Y para eso no podemos enseñarles a no defenderse, a quedarse quietos cuando algo es injusto, a no luchar por lo que es suyo.
¿Y esto cómo se hace?, ¿cómo ayudo a los niños a no perder su capacidad de defenderse sin que se maten unos a otros? Lo primero comprendiendo. Comprendiendo que el niño se está defendiendo, no está siendo violento. Se defiende porque se siente atacado, bien porque le han quitado su juguete, porque ha llegado un hermanito que le ha quitado su sitio, porque alguien está intentando abusar de él y no le dejan por ejemplo subir al tobogán. Cuando en estos casos el niño va a ir a pegar a otro tendremos que intentar evitarlo, no vamos a dejar que haga daño a otros. Porque una cosa es entender que defenderse está bien y otra olvidarnos que hay otro niño al que proteger. Por tanto, intentar evitar siempre que se hagan daño, poniéndonos delante, como un límite físico.
Por otro lado, sobran las palabras, decir que no se pega además de que no sirve para nada, les manda un mensaje incorrecto, porque ya hemos visto que sí se pega, a veces. Podemos en todo caso hablar de sus emociones, ponerles nombre, decirles que vemos que están enfadados por lo ocurrido. Tienen derecho a ello. Si son mayores podemos hablarles de intentar llegar a acuerdos.
Si en algún caso vemos a un niño al que le están quitando sus juguetes o
abusando de él debemos animarle a que se defienda, a que vaya a por su cubo si se siente mal porque se lo han quitado. Y lo que está claro es que la mayoría de las veces no vamos a llegar antes de que los niños se peguen y no hay que preocuparse. Esas peleas forman parte del desarrollo infantil y tenemos que dejar de tenerles tanto miedo. Los conflictos forman parte de la vida y si no les damos la oportunidad nunca aprenderán a resolverlos por ellos mismos. No estaremos siempre ahí para separarlos.
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Hola Maestra! Yo tb soy mama de día y tengo en casa un caso concreto de un peque que tiende a jugar de forma agresiva, es su naturaleza. El problema es que tiende a ser el quien quita los juguetes e invade el espacio de los demás a lo que tengo que intervenir, ya que el espacio es sagrado. A veces consigo que acepte jugar con otra cosa y otras veces la reacción es pegar. ¿Qué opinas? Gracias
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Hola Cristina, qué complicado es el tema de resolución de conflictos. Hace unos años te hubiera dicho que sí intervinieras por el tema del espacio. Ahora con la información que tengo diría que no. Entiendo que son peques más o menos de la misma edad, así que pondría palabras a lo que pasa y ayudaría al otro a defenderse: veo que te está quitando lo que tú tenías y no te ha gustado. Claro, lo tenías tú, cogéselo. Por ejemplo. Pero no intervendría directamnte. Solo prevenir si se van a hacer daño. Que intenten resolver. Los conflictos forman parte de la vida y están bien. También investigaría el por qué de esa agresividad, seguramente algo le pase. Espero te ayude algo. Un saludo!
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